¿Que hacer cuando no sabemos qué hacer?
Introducción
De una u otra manera, todos los seres humanos pasamos por momentos difíciles donde nos enfrentamos con nuestra propia impotencia humana, ya que no sabemos qué hacer. Como cristianos tenemos muchas ventajas cuando pasamos por esas luchas o tramos en la vida que escapan a nuestra sabiduría y nos pone frente a frente con nuestra ignorancia. ¿Cuáles son las ventajas que tenemos como cristianos? ¿Cómo podemos saber lo que podemos hacer cuando no sabemos qué hacer? ¿Qué proveyó Dios para los problemas de la vida? ¿Hay alguna salida para enfrentar nuestra propia impotencia humana en medios de los problemas? ¿Existe alguna salida Divina para los problemas humanos? Estas preguntas y también las que están en la portada y muchas otras, serán respondida en este estudio con la ayuda del Señor; para que podamos hacer frente a los embates de la vida.
I- Debemos ser paciente bajo la presión de las circunstancias (Salmos 37:1)
La paciencia es una de las virtudes importante en la vida de los hijos de Dios; he hablado de ella en varios de mis escritos o por lo menos he hecho referencia a ella. Generalmente nos impacientamos bajo la presión de las circunstancias adversas y tomamos decisiones equivocadas, las cuales, muy lejos de traer soluciones a nuestros problemas nos provoca aun mas sufrimientos.¿Qué dice la biblia acerca de la paciencia?
Es interesante lo que dice el Salmos 40:1-3 “pacientemente espere a Jehová” se puede traducir“con paciencia espere” o “con persistencia espere” también “esperando espere”. La paciencia siempre trae buenos resultados a nuestras vidas, es una virtud que combina la esperanza con la confianza, donde se nota cierta convicción de parte de la persona que espera en Dios; hay una seguridad de la intervención Divina en el problema y ausencia de preocupación por el factor tiempo. Notemos los resultados de dicha paciencia:
a) Se inclino a mi (Interés Divino por el problema humano)
b) Oyó mi clamor (Seguridad de la repuesta Divina)
c) Me hizo sacar del pozo de la desesperación (Intervención Divina en el problema humano; suficiencia Divina para la incapacidad humana)
d) Me hizo sacar…del lodo cenagoso (De la inestabilidad del problema humano a la seguridad de la voluntad Divina)
e) Puso mis pies sobre peña (De la inestabilidad a la seguridad)
f) Enderezo mis pasos (Dirección Divina para la perplejidad humana)
g) Cantico nuevo, alabanza a Dios (Gratitud humana por la obra Divina)
h) Verán esto muchos…(Impacto en los corazones humanos por la obra Divina)
Este no es el único pasaje que nos habla de esta interesante virtud, aunque no podemos hacer un análisis exhaustivo del tema, si, vamos a considerar varios pasajes importantes aparte del que ya hemos analizado. El salmos 27:13-14 es de suma importancia lo que dice allí, e impactante la proyección que tiene para nuestras vidas, ya que nos confronta con situaciones difíciles donde por lo general perdemos la paciencia. Actuamos precipitadamente o reaccionamos mal frente a los problemas, y aflora el mal carácter. Veamos que nos dice dicho pasaje bíblico.
1- Dice que podría haberse debilitado, sino hubiese creído que vería la bondad de Dios. Creyó en Dios y su poder para ver su bondad en acción en su vida.
2- Si hay una verdadera fe, se expresa con una buena actitud: Aguarda a Jehová.
3- Mientras se espera en Dios hay dos cosas que debemos hacer: Esfuérzate y aliéntese tu corazón.Según la Septuaginta dice literalmente: Portaos varonilmente y aumenta tu vigor en tu corazón. Esta es nuestra responsabilidad mientras esperamos en Dios y es aquí donde juega un papel importante la paciencia, la cual se repite dos veces en este texto. La Septuaginta tiene dos veces upomeno (upomenw), es soportar valientemente y es característica del amor que todo lo soporta (1Corintios 13:7.
Esperar el tiempo de Dios no es fácil, pero vale la pena; dejar de esperar en Dios es más fácil, pero trae serias consecuencias. ¿Qué harás tú?
4- Ser paciente requiere entereza de ánimo y valentía; nadie dice que sea fácil, pero podemos decir que La Gracia De Dios Es Suficiente para ti y para mí. Dios nunca manda algo que no podamos hacer, sencillamente ponemos miles de excusas para no hacer lo que sabemos que podemos y debemos hacer. Algunas de las excusas más comunes son estas: Somos humanos, no soy perfecto o nadie es perfecto, somos todos pecadores, todos pecamos de una u otra manera, somos débiles o esta es mi debilidad. De esta forma se trata de justificar la falta de paciencia o de cualquier otra virtud que Dios demanda que cultivemos en nuestras vidas.
5- De aquí la necesidad de que seamos sacudidos por Dios por medios de tribulaciones y problemas donde Dios demanda gozo (Santiago 1:2-5) de nuestras parte en medios de las circunstancias turbulentas. Pablo lo aprendió tan bien que dice que se gloriaba en las tribulaciones sabiendo que la tribulación produce paciencia (Romanos 5:3)
6- Santiago 5:7-11 es un pasaje muy interesante para ilustrarnos esta gran virtud cristiana. Se presenta la actitud del labrador que tiene que esperar hasta las siega; se nos dice que debemos tener paciencia hasta la venida del Señor y luego se nos dice que dicha venida esta cerca. Debemos tomar como ejemplo de paciencia a los profetas antiguos y también a Job y que prestemos atención a la finalidad como Dios fue misericordioso y compasivo con su siervo Job. ¿Vale la pena ser paciente?
II- Confía en Dios y haz el bien (Salmos 37:3)
¿Qué hacer cuando no sabemos qué hacer? Confía en Dios; pero… ¿Qué es confiar en Dios? ¿Qué abarca la confianza en Dios? ¿Cómo puedo confiar en Dios?
La palabra hebrea para confiar significa “apresurarse a refugiarse”[1] por lo tanto, podemos decir que confiar en Dios es ponerse bajo su protección, refugiarse en Dios, dejar nuestras cargas en las manos del Señor; la palabra da la idea de un cierto apresuramiento como un correr hacia Dios para presentar dicho problema con esperanza de que será resuelto por Dios. Veamos que dice la Biblia acerca de confiar en Dios:
a) Son bienaventurados los que confían en el Señor (Salmos 2:12)
b) Hay paz como resultado de la confianza en Dios (Salmos 4:8)
c) Confiar en Dios trae alegría como resultado (Salmos 5:11)
d) La confianza en Dios es fundamento de la oración (Salmos 7:1)
e) Solo los que conocen a Dios pueden confiar en él (Salmos 9:10)
f) La confianza en Dios nos vuelve intrépidos en la crisis (Salmos 11:1)
g) Confiar en Dios, es tener en cuenta su naturaleza y atributos (Salmos 13:5)
h) Confiar en Dios nos asegura la protección (Salmos 16:1)
i) Cuando conocemos las capacidades de Dios podemos confiar en él (Salmos 18:2)
j) Cuando confiamos en Dios tenemos estabilidad y firmeza (Salmos 21:7)
k) Confiar en Dios nunca decepciona (Salmos 22:5)
l) Confiar en Dios nos da base para la oración de protección (Salmos 25:20)
m) El salmista pide que Dios lo examine, pues ha confiado sin titubear y ha andado en integridad, el confiar en Dios y la integridad de vida van juntos (Salmos 26:1)
n) El que confía en Dios no tiene miedo de los problemas (Salmos 27:3)
o) Confiar en Dios siempre trae buenos resultados (Salmos 28:7)
p) Confiar en Dios nos libra de la condenación (Salmos 34:22)
q) Firmeza y determinación es parte de la confianza en Dios (Salmos 52:8)
r) Cuando hay confianza en Dios, no hay temor al hombre (Salmos 56:4,11)
s) La confianza asegura la protección de Dios (Salmos 57:1)
t) Dios es esperanza y refugio cuando se confía en Él (Salmos 91:2)
u) Confiar en Dios es mejor que confiar en personas (Salmos 118:8-9)
v) Confiar en Dios trae buen resultado y testimonio (Salmos 119:42)
w) Confiar en Dios trae firmeza, estabilidad y permanencia (Salmos 125:1)
x) El confiar en Dios nos lleva a poner nuestros ojos en Él (Salmos 141:8)
y) El confiar en Dios incluye dependencia absoluta de Él (Salmos 144:2)
z) Confiar en Dios trae una mentalidad en armonía con Él y paz (Isaías 26:3)
Podemos llamarle con toda propiedad el alfabeto de la confianza.
Podemos ver con claridad que vale la pena confiar en Dios; cuando no sabemos qué hacer en ciertas situaciones de la vida debemos aprender a confiar y apoyarnos en Dios.
Nos damos cuentas que la confianza no va sola, también dice que hay que hacer el bien ¿Qué es hacer el bien en este contexto? Cuando la Biblia habla del bien siempre se tiene en mente la voluntad de Dios, lo que le agrada a Él, su verdad revelada. Nadie puede decir que confía en Dios si vive en desobediencia a su palabra o es un rebelde e insensible a sus propósitos. La obediencia es esencial para una vida victoriosa. Veamos algunos textos bíblicos sobre el hacer el bien a modo de ilustración de esta gran verdad.
& El no hacer el bien habla de un estado de iniquidad y un corazón de impiedad, Dios dice que tal persona ha dejado de ser cuerdo, está embarcado en una verdadera locura espiritual y también ha dejado de hacer el bien (Salmos 36:3).
& No te niegues a hacer el bien, en este contexto es un favor, una buena obra, y dice cuando tenemos poder o la facultad para hacerlo. Negarse hacer el bien habla de un corazón apartado de Dios y por lo tanto insensible a las necesidades de los demás (Proverbios 3:27).
& Aprended hacer el bien dice Dios por medio de Isaías, es decir, que es algo que debemos aprender y podemos aprender, el hacer el bien es algo natural en la vida de los hijos de Dios (Isaías 1:17)
& Hacer el bien es algo que cada ser humano puede y debe aprender, pues Dios es especialista en enseñarnos a hacer el bien, pero Dios dice que es deplorable la condición en se encuentra su pueblo y dice que es necio, no le conocieron, ignorantes, no son entendidos, sabios para hacer el mal, pero hacer el bien no supieron. Esto no es por causa de alguna incapacidad de su naturaleza humana o física, sino por la terquedad y rebelión a la voluntad revelada de Dios (Jeremías 4:22)
Como podemos ver claramente con estos pocos ejemplos, que hacer el bien es algo que debe acompañar la creencia verdadera en Dios. Jamás puede ir divorciado el creer con el hacer el bien. Mientras esperamos la intervención de Dios en nuestras vidas y circunstancias que estemos atravesando, continuemos haciendo la voluntad de Dios, y Dios sabrá qué hacer con nuestra situación.
Mientras esperamos la intervención de Dios en nuestra historia personal con todos sus diversos problemas cotidianos que nosotros no sabemos qué hacer con ellos; nos debemos apacentar de la verdad, es decir, nutrir, alimentar mientras esperamos. Aquí es donde muchos creyentes fracasan, no porque no sepan qué hacer, sino porque no hacen lo que saben que tienen que hacer. Confiamos en Dios por un lado, por otro, hacemos el bien y nos nutrimos de la verdad para fortalecernos y seguir adelante.
Dios a veces nos coloca en una situación de impotencia humana donde no sabemos qué hacer para que podamos depender de Él y aprender a conducirnos en la vida de una manera victoriosa con la ayuda del Señor. Si siempre supiéramos que hacer viviríamos independiente de Dios y sumergidos en la autosuficiencia y el orgullo.
III- Deléitate asimismo en Jehová (Salmos 37:4)
¿Qué hacer cuando no sabemos qué hacer? Deléitate en Dios, nuestro corazón debe sentir placer en las cosas de Dios, eso indica que hay confianza y dependencia y que podemos estar tranquilos sabiendo que Dios se ocupara de nuestra situación.
Cuando uno se deleita en Dios en medio de los problemas de la vida y sigue adelante congregándose, sirviendo al Señor, trabajando en su obra y orando, Dios siempre se glorifica en nuestros problemas y contesta nuestras oraciones. La verdadera fe se expresa con hechos concretos, no podemos decir que tenemos fe en Dios y no obrar de acuerdo a su voluntad. Una fe verdadera nos conduce a un servicio verdadero.
Hoy muchos creyentes abandonan las filas de la milicia cristiana porque pasan por algún problema y se van al pecado y el mundo y terminan alejados totalmente de Dios. Tales personas no se deleitan en Dios, la palabra de Dios me dice que tengo que gozarme en Dios en medio de los problemas de la vida, pues esas problemáticas permitidas por Dios me ayudan al crecimiento y el desarrollo de nuestro carácter cristiano. Hay algunos textos importantes que debemos ver por un momento.
v En proverbios se personifica a la sabiduría que obviamente incluye la totalidad de la voluntad de Dios y a Dios mismo; se nos dice que sus caminos son caminos deleitosos y todas sus veredas paz. Ahora, todo depende con qué actitud yo enfrento los problemas que me rodean. Si entiendo que los caminos de Dios son un deleite a pesar de las espinas que pueda encontrar en el camino y que esas espinas son permitidas por Dios para beneficiarme y bendecirme entonces no tengo porque vivir preocupado o desesperado por dichos problemas (Proverbios 3:17)
v Esdras y otros sacerdotes haciendo un recuento de la obra de Dios en el éxodo y de la muestra de misericordia de parte de Dios entre otras cosas dicen y se deleitaron en tu gran bondad; así es la vida cristiana un verdadero deleite en la bondad de Dios cada día. La bondad de Dios no es otra cosa que su gracia en acción para aliviar las necesidades humanas. (Nehemías 9:25)
v Se dice que es bienaventurado el hombre que se deleita en los mandamientos de Dios, es decir, la palabra de Dios es causa de placer cuando estamos estudiándola o leyéndola, nunca es una carga pesada, siempre queremos más de su santa palabra pues el corazón de uno no se sacia. Esta es la actitud que debemos tomar aunque tengamos problemas que no sabemos qué hacer con ellos (Salmos 112:1)
Los resultados de que nuestro corazón tome placer en las cosas de Dios a pesar de todas las pruebas y problemáticas que estemos pasando, es que el Señor contestara nuestras peticiones que concuerden obviamente con la voluntad de Dios para nuestras vidas.
Dios en su amor y misericordia nunca nos dará algo que pueda dañar nuestras vidas, es decir, no tendrán repuestas las oraciones fuera de la voluntad y los propósitos de Dios. El Señor no promete suplir nuestros caprichos; sino nuestras necesidades.
Cuando una persona asume un estado de rebelión, orgullo, terquedad y otras malas actitudes pecaminosas; en algunas ocasiones Dios nos puede dar lo que pedimos como un medio pedagógico para que entendamos y aprendamos por medio del sufrimiento que solo en Dios podemos estar llenos y saciados y que su perfecta voluntad es lo mejor para nuestras vidas. Tenemos una buena ilustración de esta verdad en el caso de Balaam en Números cap. 22-24 donde Dios le dice a Balaam que no fuera con Balac y luego consulta nuevamente a Dios cuando ya le había dicho que no.
Luego Dios le dice que fuera cuando ya le había dicho que no fuera y la ira de Dios se encendió porque él iba (Números 22:22)
Dios puede permitir que nuestros planes sigan adelante, solo para que veamos los necios resultados que podemos cosechar. La necedad solo produce más necedad y sufrimientos. Balaam no veía al Ángel de Jehová y el asna si podía verlo; pues la necedad nos hace perder la visión de los planes y los propósitos de Dios. Esto nos enseña a tener cuidado de provocar o prolongar nuestros sufrimientos por causa de nuestra terquedad. ¿Qué hacer cuando no sabemos qué hacer? No seamos tercos ni obstinados, por el contrario estemos abiertos y sensibles a la guía y enseñanzas del Espíritu Santo.
IV- Encomienda a Jehová tu camino (Salmos 37:5)
¿Qué hacer cuando no sabemos qué hacer? Encomienda a Dios tu camino, tu situación, tu problemática, dejemos que Dios acomode nuestra situación al igual que se colocan en su sitio las piezas de un rompecabezas. Dios siempre sabe qué hacer en cada situación y aquí nos vuelve a decir que confiemos en Él. El hebreo dice que corramos a refugiarnos en Dios y el resultado que veremos es que Dios hará lo que tiene que hacer.
Hay personas que pretenden enseñarle a Dios que hacer con su situación y se quiere imponer a Dios lo que nosotros queremos que suceda. Esta es una actitud equivocada, Dios siempre sabe qué hacer con cada problema que nos rodea. Los recursos de Dios son infinitos conforme a su naturaleza y de sabio dejar que Dios obre en nuestras problemáticas como Él quiera.
El encomendar a Dios una situación es descansar en Dios, es quitarnos en peso de un problema para ponerlo sobre Dios y darle la oportunidad que pueda intervenir en nuestros asuntos de acuerdo a como Él lo crea conveniente. El Salmista dice: Echa sobre Jehová
Tú carga y el te sustentara (Salmos 55:22) El Nuevo Testamento dice en palabras propias de Jesús venid a mí los que estáis trabajados y cargados y yo os hare descansar (Mateo 11:28)Pedro escribe y dice que debemos echar toda nuestra ansiedad sobre él, porque él tiene PERMANENTE cuidado de nosotros (1Pedro 5:7). Así el griego. Ilustremos la verdad de esta manera:
& Encomienda = A descanso, paz, tranquilad
& Cofia = A dependencia de Dios
& Él hará = A la intervención Divina y buenos resultados
Debemos tener cuidado de la autosuficiencia, el orgullo y la independencia, lo cual conduce a una catástrofe espiritual. Algunas personas, pareciera que sienten «compasión por Dios» y no quieren descansar en sus brazos y prefieren llevar ellos la carga de sus propios problemas; y hasta prefieren morir sepultados por su propia autosuficiencia.
Los seres humanos somos un producto diseñado y manufacturado por Dios a imagen y semejanza suya y por lo tanto, Dios conoce las más mínimas necesidades que podamos tener. En su Palabra, Dios nos muestra y revela la forma de vivir feliz y adecuadamente, nos enseña que hacer cuando no sabemos qué hacer. No hay motivo alguno para vivir apesadumbrado y torturado por las diversas circunstancias de la vida. Dios está siempre listo para intervenir en los problemas humanos; dejemos que lo haga.
Muchas personas en las iglesias no confían y se desesperan en sus problemas porque no conocen a Dios, conocen algo de la Palabra de Dios, pero no conocen al Dios de la Palabra. Dios trabaja en forma personal con cada uno, sabe como moldear nuestra vida y carácter, sabe que es lo que en realidad necesitamos, sabe cómo darnos forma ya que es el perfecto alfarero.
Dios, es un Dios de propósitos, el azar no existe para Dios, las equivocaciones tampoco, los errores por descuido no ocurren en Dios, fallas en el mecanismo de gobierno no hay, alguien que se esconda de Dios de modo que Dios no le vea no puede ocurrir. Algún problema que descontrole a Dios, no existe; la posibilidad que Dios se olvide de mí y de mis problemas tampoco existe, algún margen de error en Dios, no existe tal posibilidad de error. PODEMOS CONFIAR PLENAMENTE EN EL.
V- Guarda silencio ante Jehová y espera en Él (Salmos 37:7)
¿Qué hacer cuando no sabemos qué hacer? No te quejes, no te molestes con Dios ni con los problemas de la vida; debemos mantener la calma en medio de los diversos problemas. No es de sabio quejarse, la queja indica incredulidad en los propósitos de Dios y en sus planes; es como decir: Dios se equivoco en lo que hace o permite en mi vida.
Esto no significa que debamos dejar de orar, puesto que ya lo dice en los versículos más arriba, guardar silencio y esperar es una verdadera confianza en Dios.
Ya hemos hablado más arriba sobre la paciencia y el esperar en Dios, aquí no vamos a ser reiterativos. Solo debemos dejar claro, que no debemos mirar a los demás como prosperan o los métodos que usan para alcanzar sus propósitos. Hay muchos pasajes muy elocuentes por si solos, como lo es el Salmos 73, donde el salmista dice que comenzó a mirar la prosperidad de los impíos y le trajo angustia y su mentalidad casi se desliza hasta que entrando en el santuario de Dios comprendió el fin de ellos.
¿Qué hacer cuando no sabemos qué hacer?
La Palabra de Dios nos dice muy claramente qué actitud debemos tomar y como debemos pensar:
& Debemos buscar primeramente el reino de Dios (Mateo 6:33)
& Debemos hacer tesoros en el cielo (Mateo 6:19-21)
& Debemos buscar las cosas de arriba (Colosenses 3:1)
& Debemos centrar nuestra mentalidad en las cosas de arriba (Colosenses 3:2)
& Debemos mirar las cosas eternas (2Corintios 4:18)
& Debemos vivir a la luz de nuestra ciudadanía celestial (Filipenses 3:20-21)
& Debemos anhelar la ciudad celestial (Hebreos 11:13-16)
Cuando no sabemos qué hacer en nuestras situaciones temporales, debemos descansar en Dios, mientras buscamos nuestro crecimiento espiritual, y seguimos buscando las cosas eternas y Dios se encarga de las cosas temporales. Si nos afanamos por las cosas temporales, debemos recordarque donde este nuestro tesoro allí estará también nuestro corazón. Cuando nuestro tesoro esta en los cielos, los problemas temporales golpean menos nuestros corazones; aparte, le vamos a dar la debida importancia, pero nunca le vamos a dar a nuestros problemas el lugar que le corresponde a Dios.
Conclusión
Como hemos podido apreciar, hay muchas cosas que podemos hacer cuando no sabemos qué hacer; pero nunca debemos hacer, lo que sabemos que no debemos hacer. Si hacemos lo que debemos hacer y descansamos en Dios, es seguro que el Señor obrara en nuestros problemas temporales mientras nosotros buscamos la gloria eterna.
Esperando como siempre ser de bendición por la gracia de nuestro Dios, se despide de usted su hermano en Cristo…
Rubén Sánchez
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